PROBLEMAS EN EL ASEO Y BAÑO
DE UNA PERSONA CON ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Y OTRAS DEMENCIAS
Introducirse en el baño de una persona con deterioro cognitivo, es entrar en su espacio de intimidad, por lo que se requiere tener mucha cautela.
Las personas con demencias tienen dificultades en comprender por qué deben ser atendidos en su aseo corporal o durante el baño y pueden sentir su intimidad transgredida. Es fundamental que colabore con nosotros sin resistencia.
Bañarse y mantener la higiene personal es imprescindible para estar sano y fresco, y evitar posibles infecciones. A lo que se suma que un correcto aseo y vestirse de manera adecuada eleva la autoestima de la persona.
Para conseguir éxito en la compleja tarea del baño, es primordial averiguar dónde está el origen del problema, porque así nos será más fácil encontrar soluciones. Podemos intentar hablar de ello, será clave para entender las razones reales detrás del no bañarse. Aunque en muchos casos, puede ser que simplemente no quieran hacerlo.
Esta es una lista de ALGUNAS DE LAS RAZONES que pueden tener para no bañarse:
1. Experimentar dolor al estar de pie, agachados o sentados.
2. Temor a caerse por tener falta de equilibrio.Tener miedo al agua y/o a su sonido.
3. Tener miedo al agua y/o a su sonido.
4. Molestias producidas por una temperatura del agua demasiado alta o baja.
5. Tanto permanecer de pie en la ducha, como el entrar y salir de una bañera, puede ser muy difícil para ellos y que les de miedo.
6. El simple hecho de bañarse/ducharse por sí mismos puede ser un sobreesfuerzo que les agote.
7. Es un espacio por lo general reducido, con poca luz y con demasiados elementos distractores que les genera sensación de descontrol.
8. Pueden sentirse incomodas por el hecho de tener que ser asistidas en una actividad tan íntima.
CADA CASO ES ÚNICO, Y PUEDE RESULTAR COMPLICADO ENCONTRAR LA SOLUCIÓN, POR ESO HAY QUE INSISTIR Y PROBAR DIFERENTES POSIBILIDADES HASTA DAR CON LA QUE NOS FUNCIONE.
ALGUNAS PAUTAS QUE DEBERIAMOS SEGUIR SON:
- IMPORTANTE: Adaptar adecuadamente el baño. Tienen serias dificultades para coordinar los movimientos. Hay que darle toda la seguridad posible, para que sea una experiencia cómoda y placentera, hay que considerar si es necesario comprar una silla de ducha o una silla de elevación de baño, agarraderas, etc.,. Tener instalada una barra de agarre y, contar con una alfombra de goma ayuda a evitar caídas accidentales en el baño.
- Rutinas en horario y metodología: marcar una hora fija (buscando el momento del día que cause menos problemas para la persona) y hacerlo de la misma forma. Indague sobre sus gustos o rutinas previas para tratar de mantenerlas ya que favorecen la colaboración.
- Adaptar la ayuda que le vamos a ofrecer a las capacidades que todavía posee.
- Cuando no sepa bañarse solo, le ayudaremos siguiendo siempre la misma secuencia.
- Se debe vigilar la temperatura del agua (Pueden no saber controlarla).
- Procurar que el ambiente del baño tenga una temperatura adecuada: Se debe preparar el baño y acondicionarlo antes de que la persona entre (si es necesario con un calefactor) para que tenga una temperatura agradable para desnudarse (Hay personas muy frioleras).
- Acolche con toallas las superficies frías o incómodas, incluido el asiento de la ducha.
- Preparar el material antes de empezar y simplificar la tarea. Si se va a bañar solo, déjele sólo lo que va a necesitar. Si necesita ayuda durante el aseo, igualmente téngalo todo preparado para que sea lo más fácil posible ayudarle.
- Eliminar/tapar espejos: puede que no se reconozcca y que piense que son otras personas los que le observan.
- No dejarle solo en el baño si necesita asistencia, y puede haber riesgo de caída, agitación, desorientación, etc.
- Tomarse tiempo y no precipitarse: sé paciente, ve despacio, actúa lento y permítele hacer las cosas a su propio ritmo.
- Mantener la máxima privacidad que se pueda en cada caso. Aun estando dentro podemos procurar velar por su intimidad.
- Hablarle a lo largo del aseo, indicándole paso a paso lo que tiene que ir haciendo, con frases cortas, incluso con gestos.
- Asegúrese de que los utensilios que va a utilizar (jabón, champú, etc.) están al alcance de su mano.
- Para romper con esa aversión que asocia al hecho de ducharse, se debe crear un ambiente agradable.
- Cuidado con el lenguaje que utilizamos, a veces la clave esta en no pronunciar las palabras “prohibidas”, simplemente evitando la palabra “ducha” y sustituyéndola por “agua” o viceversa, decir “acompáñame al aseo”, en vez “tienes que bañarte”, decir “vamos a lavarnos”, en vez de “vamos a bañarte”, etc. Hay palabras que directamente nos llevan a una reacción negativa por parte de la persona.
- Antes de ir al baño, si le gusta, ponerle música. Sus canciones favoritas y llevarlo cantando o bailando al baño. También se puede poner su música a la hora del aseo, quizá así, olvide su temor mientras se les ducha o baña.
- Al llegar al baño otra posibilidad, es hablarle de cosas agradables, anécdotas antiguas, su pueblo, sus nietos, algún tema que le distraiga y sea positivo para él/ella.
- La persona cuidadora no debe encontrarse ocupada en otra actividad cuando esté ayudando en la tarea del baño.
- Si en el momento en el que le ayudamos a desnudarse, se pone nervioso/a, debemos tomar medidas más sutiles, intentar que la persona se desnude sola aunque sea con indicaciones, deberemos si es posible darnos la vuelta, cubrirla con una toalla en el momento de desnudarse para evitar el sentimiento de vergüenza, o vulnerabilidad, y así ofrecerle intimidad, posteriormente ayudarle a entrar y colocarnos en la parte trasera.
- Si la persona se puede desvestir sola (con o sin indicaciones), pero después en el baño necesita asistencia y eso le produce pudor le podemos dejar un bañador, y así evitar que se sienta incómodo mientras le ayudamos a bañarse.
- Si es posible que se asee la parte delantera mientras nosotros le asemos la parte de atrás, al hacerlo al mismo tiempo, estará más pendiente de lo que este haciendo (enjabonarse, aclararse, ...), que del hecho de que le estaban ayudando.
- Es importante tener a la persona con una tarea durante el proceso y colaborando (sujetar el bote, frotarse, sostener la esponja, etc.)
- Es primordial no discutir, ni generar situaciones tensas, para que la persona no coja recelo a este momento de baño diario, lo mejor es no decir nada o cambiar de conversación y dirigir su atención hacía otras cosas.
- Llévele al baño con cualquier excusa una vez lo tenga todo preparado, siéntele en el inodoro o silla, ahí dígale que le va a descalzar porque ya lo tiene todo listo, y que ya que están dentro y se esta tan calentito…lo mejor es hacerlo en ese momento. Ante sus quejas, no discuta, muéstrese sereno y cálmelo, mientras sigue facilitando la tarea de desvestirse, una vez se esté quitando la ropa será más fácil llevar a cabo la tarea del baño.
- La limpieza del cabello puede ser un tema muy delicado, utilice champú que no irrite los ojos, se puede también utilizar un paño en la frente para que no le llegue tanta agua a la cara, y hay botes tipo “regadera” para aclarar suavemente sin resultar molesto.
- Importante utilizar toallas grandes para que a la salida pueda envolverle por completo y mantener el calor y su privacidad.
- Al salir del baño elogiar a la persona por lo guapo/a que esta, lo bien que huele,…
- Establezca recordatorios para el paciente: Si la razón de no bañarse es debido a la demencia, puedes dejarle notas en casa, colocándolas en la puerta o paredes del baño para recordarle que se duche o se bañe, procurando hacerlo con tacto.
- Es importante respetar sus sentimientos y darle tiempo para que acepte la asistencia durante el baño. Para lograr esta aceptación es importante ser respetuoso y paciente.
- Si tu ser querido se niega a bañarse después de todas las pautas, ningún tipo de razonamiento funcionará. No ayuda en absoluto presionarlos, podrían volverse más reacios, empeorar la situación. Distráele, e inténtalo de nuevo más tarde.
- Si es posible que se encargue del baño una persona del mismo sexo, es probable que se sienta más cómodo/a.
- Considere también como opción otras alternativas de aseo: lavar una parte del cuerpo cada día, lavar el cabello en otro día diferente sin necesidad de estar dentro de la ducha, use los días en los que se muestre más reticente jabón sin enjuague (farmacia) con toallas tibias.
- Si el baño resulta muy difícil de realizar, a veces tenemos que utilizar a terceras personas para que les animen o les den un toque de atención: médico tratante, otro familiar, un amigo cercano (alguien que para ellos sea de referencia y tenga cierta autoridad).
- En algunos casos, la persona con demencia prefiere ser asistido por un profesional.
CRISTINA Mª MARTÍN ALONSO
PSICÓLOGA AFADS-NORTE DE CÁCERES
NºCOLG: EX-01217